En los ordenadores portátiles se incluye un accesorio muy útil: el touchpad. Este permite manejar el puntero del ratón sin tener que dar uso a un dispositivo externo para ello, lo que resulta una excelente opción en condiciones de movilidad. Pero que funcione no siempre es positivo, y en Windows 10 se incluye una forma bastante sencilla (pero algo oculta) para deshabilitarlo.
Un ejemplo de lo que decimos es que se conecte un ratón externo para ganar en precisión y comodidad. En ocasiones, el ordenador que se tiene no ofrece una tecla en concreto que deshabilita el hardware integrado en el portátil –normalmente es una de las propias de función-, por lo que en principio de debe recurrir al controlador del dispositivo adicional. Pero, ¿qué ocurre si este tampoco permite hacer esto? Pues muchos simplemente se aguantan… lo que no es algo positivo. Por suerte, en el sistema operativo de Microsoft se incluye una posibilidad solucionar esto sin tener que complicarse la vida.
Y, además, todo esto se puede configurar de tal forma que simplemente con detectarse la conexión de un ratón externo, se active automáticamente la herramienta que permite que el touchpad deje de funcionar en el equipo -y, por extensión, en el sistema operativo Windows 10-. Por lo tanto, la funcionalidad incluida en el software es realmente potente a la vez que útil. Y, lo mejor de todo, es que no se necesita instalar absolutamente nada en el portátil, por lo que el riesgo de realizar el proceso es nulo (y, encima, es posible revertir todo lo que se hace). Como se ve, todo son virtudes al establecer la configuración necesaria.
Acceder a la configuración del touchpad en Windows 10
Para encontrar el aportados en el que puedes establecer la configuración necesaria, lo primero que tienes es que acceder a los ajustes del sistema operativo. Para ello, simplemente pulsa en el icono con la forma de la ventana de Windows en la parte baja a la derecha del escritorio y, en el menú que aparece, debes utilizar en una imagen que tiene forma de un engranaje circular (justo encima del elemento que permite apagar el portátil).
Se abre una ventana y, en ella, debes elegir entre todos los elementos de la Configuración de Windows 10 que es el segundo de la primera fila (empezando por la izquierda), y que se llama Dispositivos. Aparece una nueva pantalla en la que verás todos los accesorios instalados y que son los adicionales que hay instalados en el equipo. En el listado que hay en la zona izquierda uno que se denomina Panel táctil –sí, en este caso Microsoft sí que ha traducido el término- y dale uso. Ya tendrás delante todas las opciones de configuración del touchpad de tu ordenador.
Establece la configuración necesaria en Windows 10
Verás ahora todas las opciones de conexión que ofrece este dispositivo en el sistema operativo de Microsoft (estas dependen de la versión de Windows 10 que utilices), entre las que se encuentra el apartado necesario que debes activar para que el touchpad deje de funcionar a la que se detecte la conexión de un ratón externo. Este se denomina Mantener el panel táctil activado cuando se conecta un ratón y, cuando lo localices, confirma que está deshabilitada esta función –si no es así, pulsa en ella de forma habitual-.
Es posible que no encuentres esta posibilidad entre los apartados que muestra el portátil, esto suele deberse a que un controlador externo instalado es el que ejecuta esta acción y, por lo tanto, se elimina de la propia interfaz de Windows 10. Comprueba esto pulsando en un enlace que se llama Configuración adicional. Se abre una ventana con todas las posibilidades que ofrece el hardware y, entre ellas, debes buscar una que permita desactivar el touchpad al detectar la conexión de un ratón USB.
Hecho todos esto, habrás finalizado (es posible que tengas que reiniciar el portátil). Desde este momento cuando ratón externo el touchpad dejará de funcionar y, por lo tanto, las acciones no deseadas al pulsarlo cuando se escribe serán, simplemente, historia. Sencillo y eficiente, lo que viene a confirmar que Windows 10 es un sistema operativo que está lleno de opciones, aunque algunas de ellas están más escondidas de lo que debería.